2012-12-15

The best is yet to come


"The best is yet to come"...¿te lo imaginas? Un día amanezco en pleno Diciembre con perilla, ojos rasgados, facciones de la cara marcadas, voz profunda y sensual, y sin pechos, ¿lo imaginas? Pero tú y yo sabemos que no es así de sencillo, que nadie despierta así a no ser que sea un hombre o despiertes dentro de un sueño. Hoy he tenido una experiencia realmente..."mágica", extraña y no tan extraña para mi. He convivido en un ámbito puramente masculino como es una competición de Kick Boxing, deporte al que pertenezco desde hace 7 años. Estando en la competición he tenido que hacer uso de los lavabos y he aguantado hasta que vejiga no podía más, así que luego me he acercado a ellos y ahí estaban: la dicotomía de hombre/mujer que tanto odio porque no corresponde en nada conmigo. Ni soy una cosa, ni soy la otra; pero "pasar", "paso" más como hombre que como mujer así que para evitar los escándalos con las madres y las hijas, he decidido pasar dos veces al baño de hombres, lo cual ha sido extraño pero confortable a la vez porque me sentía más segura, no se, indescriptible.

Cada vez me planteo más enserio la posibilidad y necesidad de pedir ayuda profesional, aunque eso de "profesional" estará por ver porque no confío en ningún psicólogo, no al menos desde que yo fui o ellos intentaron ayudar a mi madre que con 52 años aún no está curada de nada. Acabo de tener trifulca en casa y dudo que pueda hacer una doble salida de armario si al final me hormono, yo creo que debería de huir del país directamente porque dudo que nadie de mi alrededor entendiese lo más mínimo: a mi abuela le causa un infarto, mi madre comete suicidio efectivo y seguro, mi padre me deshereda y mi hermano me pega con un bate de béisbol porque no concibe tener un hermano y solo tantear el terreno o hablar sobre mi masculinidad ya es un motivo de insultos, menosprecio, risitas y mierdas varias de las cuales estoy hasta los cojones. Tengo el estómago revuelto y me he dado cuenta de que no me preocupo por mi desde que tenía novia o mi madre estaba con depresión este último año. Que no he mirado nada por mi ni preocupado si sigo queriendo los pechos o si tendría una sonrisa más sincera en la cara si me despertara por fin sin ellos.

Me imagino como un luchador más, en el ring, sin camiseta y con pantalón corto, con tatuajes luchando por mi, por mi libertad, por mi sueño de ser felíz (aparte del sueño de tener una casa en el campo). A veces no me asusta imaginarme con cuatro pelos de barba porque seguiría siendo yo. Solo lloro de rabia, de impotencia, de pensar que podría ser transexual y que se está haciendo realidad. Es una movida bastante gorda, es algo que nunca llegué a pensar pero que se podía intuir cuando quería ser Aladdin o Rafa en la primaria o cosas así. Que siempre fui el "superhéroe", vamos...

Hoy he querido en todo momento que pensaran que era un chico y las chicas de la cafetería lo han hecho, he pasado como tal pese a tener que forzar un poco más la voz. Con mis compañeros no hay problema, la mano o dos besos indistintamente pese a parecer un gesto un poco gay y sí, hoy por fin me he sentido bien hasta que he llegado a casa. Donde necesito salir, tomar el aire, caminar, algo. No soporto estar aquí dentro con mi madre porque me crea ansiedad la idea de que pueda llegar a ser esto verdad.

Quiero y amo a mi abuela, pero para ella...¿cómo ser Alex de repente y explicarle que soy yo, Sandra, solo que más guapo? Quiero y debo preocuparme por mi así que la misión esta semana será contactar con el psicólogo del centro Lambda, guardar la cita del tattoo y construir mi vida en un camino personal y felíz, por fin.

A ver qué pasa con todo esto...


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