Visualizzazione post con etichetta Reflexiones invernales. Mostra tutti i post
Visualizzazione post con etichetta Reflexiones invernales. Mostra tutti i post

2016-01-05

Nervos


Me pone nervioso una calle con mucha gente
Que se me caiga algo al suelo
Agacharme para atarme las zapatillas
Agacharme para probarme zapatillas
Agacharme para coger algo del suelo
Agacharme, en definitiva
Que alguien me roce en el cine
Que alguien se siente a mi lado en el cine
Que me toque pasillo en vez de ventanilla en un transporte
Que haga ruido la puerta por el viento, aunque sea poco
Que entre luz por la ventana de una habitación donde yo duermo
La televisión muy alta
La televisión muy baja
La gente hablando mal inglés
La gente hablando de temas mainstream
Pronunciar algo mal
La gente que tiene mucha prisa para pagar pero luego no sacan el dinero
Que me hablen mientras escribo en mi blog, como ahora
Que la gente se queje, solo puedo hacerlo yo
Comer mal
Perder los buenos hábitos
Que haya mucha gente en el gimnasio
Que no se me quede el pelo bien hecho tras estar mucho tiempo haciéndolo
Compartir comida
Compartir ropa
Compartir



No me pone nervioso 
escribir en el blog




2013-01-11

Alex


Hola, mi nombre es Alex:


estoy un poquito loco, simplemente porque soy un chico que se está buscando a sí mismo desde el principio de los días. Mucha gente me ha ayudado y mucha gente me ha desayudado, y no me refiero con estos últimos episodios más clarificantes, sino con los previos, con toda mi vida. Estos episodios de ayuda profesional me los he buscado yo solito, por mi y para mi. Porque si quiero tener el tronco de un tío de mi edad, tengo que esforzarme por ello; porque si quiero vestir la ropa que siempre he deseado, tengo que luchar por ello. Y no, no me malinterpretes, la ropa siempre fue ropa, pero en mi quedará mejor con la percha con la que yo me sienta seguro y no con el cuerpo que poseo ahora; porque si quiero ser fuerte como los demás, me lo tengo que ganar yo y entrenar muy duro y comer sano. ¿Son contras? ¿son pros? Es mi vida, ni más ni menos.

Ayer tuve la segunda visita con Jorge, que es el chico que me acompaña psicológicamente de forma profesional. Le agradezco montones que simplemente me escuche, ya es más de lo que ha podido hacer mucha gente. Y no culpo a la gente, no siempre me he manifestado abierto y verdadero porque creo que mucha gente no estaba preparada para oírme y quizá me podrían haber perjudicado más. La visita con él fue genial, esta vez no lloré, me lo prometí a mi mismo. Estuvimos charlando y me dio la enhorabuena por mi discurso bien formado, por mi capacidad introspectiva de nuevo y por la entereza. Dice que estoy avanzando en el buen camino, mi camino, puesto que me he re-presentado como chico ante mi tía, mi prima, muchos amigos y mi entrenador.

Decidí contárselo a mi tía y a mi prima porque considero necesario tener un apoyo psicológico en el ámbito familiar, ya que el camino es muy duro y me apetecía tener un referente de otra generación y una visión cercana a la de mis padres para ver cómo se entendía la situación. Yo muchas veces la entiendo muy bien: siempre me he comportado de cierta manera peculiar a mi sexo y nunca me han dejado expresarme libremente del todo como lo habría hecho siempre de manera natural, no tiene mucho más, aunque se que desde fuera se ve diferente, porque he estado fuera y dentro de mi muchas veces interpretando muchos papeles de muchas clases. Mi tía y mi prima son dos amores, lo han entendido y se que tengo a mi prima para resolver las dudas de su madre en tal caso, que está genialmente informada y además me quiere con locura, así que me alegro un montón por esa parte, se que estoy a buen recaudo.

Decidí probar y contarle a mi entrenador esta semana, concretamente el lunes por la mañana ya que según él, le estaba prejuzgando y no dándole la oportunidad de quizá demostrarme que no es tan carca ni está tan anticuado. En el fondo nunca sabré cómo se lo ha tomado ni si le chocó, pero él decía que ya me notaba triste, que no me pasaba por los entrenos y que se alegraba que contara con él. El resultado ha sido llamarme Alex desde el primerísimo momento, tratarme en masculino, quererme si cabe más y empezar a ponerme fuerte como uno más con ejercicios específicos para un cuerpo masculino bonito. Es lo que siempre he querido, ese trato en mi, pero no con un cuerpo femenino o haciéndome llamar por mi nombre de nacimiento, sino como Alex, como el tío que siempre fui y nadie vió.

Pues te diré: Alex es un tío tímido, no te voy a mentir. A veces sale, a veces no. No en todas  las reuniones se hace notar y se esconde tras una máscara de gracias, chistes y sonrisas que delatan su falta de testosterona. Odia que le confundan con una mujer por sus rasgos femeninos, simplemente es un hombre sensible, educado, respetuoso con las mujeres, empático con ellas y especial. Es una especie de Ken pero sin mariconadas.

Alex es un tío que se busca a sí mismo, que responde a su nombre y que anda un poco desorientado en la vida, ya que le tocó nacer demasiado tarde. ¿Le vas a dar una oportunidad? ¿se la voy a dar yo? Pienso que merece vivir una vida mejor, al igual que yo, que soy él.

Se que puede parecer un escándalo, lo ha sido y quizá lo continua siendo hasta para mi. Que puede ser una osadía o una falta de respeto o incluso un insulto para la familia. Yo no siento que yo merezca ser un insulto para nadie y considero que lo que me hicieron en la infancia, niños y familiares, con sus insultos, vejaciones y vergüenzas, sí fue un insulto hacía Alex, un niño infelíz. Yo no elegí ser así, ni nacer así, ni desarrollarme así. Yo nací y simplemente soy quien soy, guste o no. Yo, estoy aprendiendo el ejercicio de quererme y aceptarme, que no es poco. Nunca pensé que me trajera hasta aquí concretamente, pero todo el mundo que me conociera bien, incluso yo con mis negativas, sabíamos que quizá acabaríamos aquí. No importa, está bien. Se que solo tengo una vida, igual que tú. Sabemos que solo está ésta y que moriremos. No sería justo, para Alex ni para nadie no haber intentado ser el ser más felíz posible ni la mejor versión de sí mismo posible antes de morir. No sería justo porque todo el mundo tiene ese derecho inherente al nacer, o al menos debería ser así. Aquí se plantea la cuestión de si, seguir hacía delante por mi mismo y por luchar por mi, ya que nadie va a hacerlo, o sí retroceder habiendo indagado tan hondo en mi que aterra y haber descubierto el halo de luz sobre quién verdaderamente soy. El nombre...es una mera elección, un capricho. O lo eligen los padres o lo elijo yo, yo nunca elegí ese nombre de mujer. Pero mi persona no es una elección de nadie, ni siquiera mía cuando digo, siento y reivindico que siempre me he sentido hombre, niño, chico, masculino dentro de mi y que algo está yendo muy mal cuando cada vez me alejaba más de mí mismo y más intentaba interiorizar la mujer que me han hecho creer que soy.

Tú, puedes entenderme, comprenderme, aceptarme y respetarme como soy o no. Yo, yo no tengo más elección que luchar por mi y por solucionar la batalla sangrienta que se libra en mi interior desde hace más de 14 años. No puedo destrozar mi cuerpo y hacer daño a mi persona solo porque no va a ser del gusto de la demás gente.

Yo ya dije "basta" hace tiempo, cuando no podía más. Cuando la ansiedad era la emoción del día, cuando me impedía caminar tranquilo por la calle, cuando me impedía quererme a mi mismo porque siempre quería ser otro alguien, otro alguien. O cualquier chico que veía por la calle o cualquier mujer que se sentía bien consigo misma. Esa ha sido mi lucha toda la vida. Toda la vida.

Me miro al espejo, hablo conmigo mismo y me consuelo. Todo va a salir bien, todo; porque yo voy a estar ahí contigo Alex. Yo voy a cuidar de ti y a asegurarme que tendrás el cuerpo que siempre quisiste y que te querrán y te querrás como siempre imaginaste. Yo, tu corazón, voy a encargarme de seguir latiendo un día más para que puedas cumplir tu sueño, para que puedas convertirte en el hombre que siempre fuiste y dejes de ser un niño. Yo te voy a dar la fuerza que necesitan tus brazos para que te levantes un día más del suelo y que nunca, nunca, olvides esa sonrisa que enamoró a tantas chicas y a tanta gente y que tanto te caracteriza.

Tú, tú haz el favor de no rendirte Alex. No dejes que los demás te llamen por lo que no eres y lucha por reivindicar tu persona visiblemente, no te a vergüences de ti.

Respira, todo-va-a-ir-bien. Lo juro.

Te quiero Alex.

FDO: Tu "yo" interior.


2012-12-16

Don't you worry child


...see heaven's got a plan for you. 

A ver ahora cómo nos desentendemos de toda esta mie*** que nos está pasando, pero aún así y con todo el miedo mundial, he decidido ver a un psicólogo después de tantos años reflexionando sobre si quizá debería de realizar algún tipo de terapia, ya sea por la bulimia que considero que no está o ya sea bien por mi problema de disforia de género o lo que sea. Tengo muchas ganas de esa primera cita, al igual que un miedo atroz a entrar a una consulta.

Tengo que decir que me he pasado la mañana en el trabajo analizando tanto a hombres como a mujeres, viendo sus rasgos hormonales y de comportamiento, porque al fin y al cabo solo somos eso: hormonas. Te pinchas una, eres una cosa; te pinchas otra, eres otra cosa. Y las hormonas juegan un papel crucial en nosotros, nos diferencian y nos atribuyen rasgos, matices, características físicas, psicológicas y nos ayudan a curarnos de cosas o a nivelar los niveles de ciertos componentes del cuerpo.

Hoy he pensado cómo sería yo con vello facial, si sería horrible o si me quedaría bien, Claro, que pensarlo ahora sería como de "qué estás pensando"; pero no lo veo tan descabellado. Me siento agusto. No se, sigo sin contar con mucha gente para hablar de esto ya que se me hace raro hasta a mi y me crea ansiedad. Lo mismo pienso "sería guay si..." que lo mismo me pongo a llorar porque pienso "no, esto no puede ser así ni en broma".

Los días van pasando y los pensamientos cada vez son más confusos si cabe. Tengo que encontrar mi lugar, definitivamente. Eso me hará sentirme bien.

I was the king I had a gold throne...

2012-12-15

The best is yet to come


"The best is yet to come"...¿te lo imaginas? Un día amanezco en pleno Diciembre con perilla, ojos rasgados, facciones de la cara marcadas, voz profunda y sensual, y sin pechos, ¿lo imaginas? Pero tú y yo sabemos que no es así de sencillo, que nadie despierta así a no ser que sea un hombre o despiertes dentro de un sueño. Hoy he tenido una experiencia realmente..."mágica", extraña y no tan extraña para mi. He convivido en un ámbito puramente masculino como es una competición de Kick Boxing, deporte al que pertenezco desde hace 7 años. Estando en la competición he tenido que hacer uso de los lavabos y he aguantado hasta que vejiga no podía más, así que luego me he acercado a ellos y ahí estaban: la dicotomía de hombre/mujer que tanto odio porque no corresponde en nada conmigo. Ni soy una cosa, ni soy la otra; pero "pasar", "paso" más como hombre que como mujer así que para evitar los escándalos con las madres y las hijas, he decidido pasar dos veces al baño de hombres, lo cual ha sido extraño pero confortable a la vez porque me sentía más segura, no se, indescriptible.

Cada vez me planteo más enserio la posibilidad y necesidad de pedir ayuda profesional, aunque eso de "profesional" estará por ver porque no confío en ningún psicólogo, no al menos desde que yo fui o ellos intentaron ayudar a mi madre que con 52 años aún no está curada de nada. Acabo de tener trifulca en casa y dudo que pueda hacer una doble salida de armario si al final me hormono, yo creo que debería de huir del país directamente porque dudo que nadie de mi alrededor entendiese lo más mínimo: a mi abuela le causa un infarto, mi madre comete suicidio efectivo y seguro, mi padre me deshereda y mi hermano me pega con un bate de béisbol porque no concibe tener un hermano y solo tantear el terreno o hablar sobre mi masculinidad ya es un motivo de insultos, menosprecio, risitas y mierdas varias de las cuales estoy hasta los cojones. Tengo el estómago revuelto y me he dado cuenta de que no me preocupo por mi desde que tenía novia o mi madre estaba con depresión este último año. Que no he mirado nada por mi ni preocupado si sigo queriendo los pechos o si tendría una sonrisa más sincera en la cara si me despertara por fin sin ellos.

Me imagino como un luchador más, en el ring, sin camiseta y con pantalón corto, con tatuajes luchando por mi, por mi libertad, por mi sueño de ser felíz (aparte del sueño de tener una casa en el campo). A veces no me asusta imaginarme con cuatro pelos de barba porque seguiría siendo yo. Solo lloro de rabia, de impotencia, de pensar que podría ser transexual y que se está haciendo realidad. Es una movida bastante gorda, es algo que nunca llegué a pensar pero que se podía intuir cuando quería ser Aladdin o Rafa en la primaria o cosas así. Que siempre fui el "superhéroe", vamos...

Hoy he querido en todo momento que pensaran que era un chico y las chicas de la cafetería lo han hecho, he pasado como tal pese a tener que forzar un poco más la voz. Con mis compañeros no hay problema, la mano o dos besos indistintamente pese a parecer un gesto un poco gay y sí, hoy por fin me he sentido bien hasta que he llegado a casa. Donde necesito salir, tomar el aire, caminar, algo. No soporto estar aquí dentro con mi madre porque me crea ansiedad la idea de que pueda llegar a ser esto verdad.

Quiero y amo a mi abuela, pero para ella...¿cómo ser Alex de repente y explicarle que soy yo, Sandra, solo que más guapo? Quiero y debo preocuparme por mi así que la misión esta semana será contactar con el psicólogo del centro Lambda, guardar la cita del tattoo y construir mi vida en un camino personal y felíz, por fin.

A ver qué pasa con todo esto...


2012-12-11

Vértigo

Hoy no vengo a quejarme, no al menos de forma gratuita. Hoy me vienen de nuevo esos pensamientos rayantes que tengo desde hace casi 4 años en mayor medida e intensidad que nunca, que coinciden con mi etapa madurativa y de entrada a mundo adulto. Bien, no se por dónde empezar ni cómo describir cómo me siento, supongo que se resume en un: me siento bastante sola y mal.

Estos pensamientos rayantes son los que he comentado muchas veces y sobre los que he escrito ya anteriormente en este espacio personal. Son mis sentimientos de si pertenezco al sexo opuesto al que nací biológicamente hablando. Bien, no lo se. Nunca lo sabré, aunque espero que se resuelva pronto porque es algo que realmente me incomoda. Sí, todo el mundo necesita encontrar su identidad para poder, al menos, conocer quién es. Me parece imprescindible.

De nuevo afloran todos esos sentimientos y dudas. Esta vez las ha despertado una judoka nueva de mi gimnasio que sufre de hiperactividad (eso lo comentó ella) y sin conocerme ni nada me espetó un: "Yo a ti te he visto alguna vez en el vestuario femenino...¿eres hombre o mujer?". Yo me descompuse y delante de todos mis compañeros solté un tímido y retrasado "mujer...mujer". Ella prosiguió: "¿pero es porque te sientes así o porque lo eres?" Yo le contesté :"soy mujer". Nada más. Luego sugirió en voz alta: "¿lesbiana, no?". Dije: "Sí, ¿por?" Y me contestó: "no, nada, yo no eh? pero tengo amigas lesbianas, no te preocupes". En ese momento de violación de mi intimidad tan gratuito la habría lanzado al tatami y la habría partido en dos, pese a que ella lleva 12 años en judo y yo sólo 7 en kick boxing. Todo habría quedado en una simple anécdota de no ser porque yo misma no tengo claro al sexo al que pertenezco. Me he contentado con intentar definirme en la delgada linea de "mujer-lesbiana-transgénero-liberal-medatodoigual", pero en el fondo no es así. No me da igual. No puedo vivir en la tranquilidad que habría sido nacer asquerosamente heterosexual y mujer femenina, estando de acuerdo con quién soy.

Ante la anécdota reaccioné delante de mis compañeros como si la tía estuviera loca; pero lo que ella no había tenido en cuenta es que quizá había tocado una fibra muy sensible dentro de mi. Nunca encuentro a nadie con quién hablar el tema de quién soy y sentirme agusto. Alguien que no haga juicio sobre mi ni sobre quién soy o cómo estaría mejor o cómo sería más guapo o más guapa, o que me quede así, que todo es quejarse, o que me hormone, que no pasa nada...

Si contarle a mi madre, la cual sufre depresiones periódicas y crónicas, que era homosexual fue toda una odisea a los 14 años y que necesité de 4 o 5 años para que lo entendiera, comprendiera y respetara...¿cuánto necesitaría tan solo si le insinuase que quizá debería de visitar un psicólogo sobre mi disforia corporal? Ya no se si el problema es mi cuerpo, mi sexo, mi bulimia, mi mente...no se lo que es. Se que rechazo los pechos, no tengo más o menos claro porque se llevan siempre la mayor parte de los comentarios negativos, pero no se hasta qué punto hormonarme...no lo se. ¿Y si me pierdo? ¿Y si luego no se quién soy yo? ¿y si es un capricho? ¿y si luego no soy yo? ¿y si cambio demasiado? ¿y si no me reconozco? ¿y si la gente no me reconoce? ¿y si no me aceptan como Sandra o como Alex? ¿y si al final no soy nadie?

No paso por mujer, no paso por hombre. Paso por los dos sexos en menos de media hora en una mañana 25 veces. Es una locura. Parece que no, pero si no lo has vivido no lo entenderás. Muchos me dirán "bueno, es lo que quieres, sino vestirías femenina". ¿Por qué? No es así del todo. Visto así porque soy así, no porque lo elija. Si vistiera femenina me estaría disfrazando de alguien que no soy. Toda esta cuestión lo único que me produce es vértigo. Vértigo es la palabra. Miedo.

No poder ir a los wc públicos ni usar los vestuarios ni nada que esté dividido en hombre/mujer. Ni siquiera tengo claras las casillas de los cuestionarios. "Elija sexo: masculino/femenino", y eso me ha pasado esta mañana.

En el día normal de una persona normal y corriente no hay tantos cambios de identidad. Y dirán "ya, pero sigues siendo tú". Y yo contestaré "¿pero quién soy yo para mi?" Esa es la cuestión.

Solo tengo ganas de llorar porque es incomprensible hasta para mi. Es algo que se va pronunciando a lo largo de los años y no atenuando, como pensaba que me pasaría.

Ojalá tuviera una oportunidad de estar en otro país tiempo largo y volver a casa tal y como soy, y probablemente perdería a mucha gente, demasiada.









2011-12-26

Nadie tiene la culpa



En realidad, nadie tiene la culpa de que se me estén atragantando las Navidades día tras día. La empecé haciendo exámenes y la acabaré haciendo exámenes; pero no es exactamente eso lo que me lleva a estas lineas.

Nadie tiene la culpa de que, en un principio intentara amoldarme a esta Navidad del 2011 con más o menos buena cara. Intento resaltar aquello positivo como el trabajo remunerado y el dinero que genera de más o el tiempo libre que podré dedicarle a mi fiera. Todo eso genera un estado de vacuidad imposible de contentar/satisfacer y entender.

Nadie tiene la culpa y sí, de que todo esté así. Y "así" no sé muy bien como es, pero hoy no me siento con más ganas de conversación. Ni contigo ni con nadie. Nadie tiene la culpa y sí, de que me apetezca sentirme y estar solo. No quiero ver caras. No quiero tener contacto. Simplemente quiero estar solo. Hoy me he dado con la pared un par de veces. Ayer también. Y como no entiendo nada de lo que está pasando, prefiero cerrar los ojos y descansar mi cuerpo.

Nadie tiene la culpa de que, en parte, sienta una repulsión a mi mismo por ceder y volver a llamar. No, no entiendo nada. Pero se está tan bien en la cama...

No tengo ganas.

No me apetece.




*

2011-11-17

Ecuaciones indiferentes

Joder, basta ya.

Nos dedicamos todo el día a investigar sobre el amor, a indagar sobré él; a cuestionarlo y a marchitarlo como sólo nosotros bien sabemos. Inventamos teorías acerca de él. Construimos ecuaciones y las solventamos diciendo que X es X e Y es Y; pero ni siquiera sabemos de matemáticas. Creemos en él fielmente, de manera fiel, como le encanta a la gente ser: Fiel. Fidelidad fidedigna, que nos acoge y nos engloba en el mismo saco de amantes con matrícula de honor sin aprobar la práctica. Todo el día filosofando en torno a él, con él, para él. ¿Tan importante es saber hacerlo bien?, ¿saber amar bien?.

¿Alguien saber realmente Amar?, ¿sabes Amar sin caer en amar?.

Andamos como desesperados por compartir los esquemas, por subrayar los mismos temas. Los renglones que se suceden han dado la vuelta. Tu sintaxis ya no es válida y las teorías son caducas. Entonces... ¿cual es tu objetivo?

Joder, basta ya. Olvidaste la poesía, las canciones, el pálpito de tus órganos y tu respiración. Olvidaste el monte y el aire, el verde y el azul. Todo es blanco o negro; pero sin saber cómo, las teorías ya no encajan. La práctica se ha quedado obsoleta y las dulces membranas que recubren tus ojos tornaronse secas. Entonces, divagas y mendigas una solución que no existe. La solución está en uno mismo, tan intrínseca y tan ligada como el Sentir; pero las palabras nunca estuvieron hechas para el corazón de un hombre, así como las teorías nunca fueron escritas para el Sentir.

El amor es inconfundible al Amor.

2011-09-21

La No Explicación del Suceso

Me he pasado el día como otros tantos días metida en esa cápsula del tiempo llamada Bilmanbus. Si lo coges de día, llegas de noche y viceversa. Estar en esa nave con ruedas deja mucho tiempo libre para preguntarse: ¿por qué he vuelto si yo quería quedarme?.

La pregunta es simple y más de uno se precipitará contestándome: Haberte quedado. Ya, yo también me habría contestado eso. De hecho me lo he contestado; pero entre tanto pensamiento entrecortado y desencajado he estado leyendo "What does Pragmatism means?" de William James (1907) y me ha ayudado a darle un sentido. Precisamente a darle un sentido a aquello que yo no sé dárselo. Resulta que casi todo acto tiene una consecuencia. Una o varias. Pues de eso se trata, de las consecuencias mismas. De las consecuencias y de las ataduras. ¿Es realmente el ser humano libre?, ¿somos libres?. Sí y no. Sí, porque yo podría haberme quedado y ser felíz; pero todo ello tendría a nivel familiar, laboral y de estudios, unas consecuencias terribles: la del abandono total a la Felicidad en sí misma. Abandono total de los planes a largo plazo que, supuestamente, me asegurarán un puesto digno en sociedad. Ya sabeis, aquel del trabajo fijo con sueldo fijo (suelen variar poco en esta vida, caiga en gracia o en desgracia), con casa fija, con coche y todo eso que ya conocemos.

Si nadie me apunta con una pistola, ¿por qué actuo en contra de mi "voluntad" en el sentido más literal de la palabra?, ¿qué fuerza superior me ordena a actuar según qué?, ¿por qué entonces lo cumplo?. Quiero decir, ¿a qué estamos atados?, ¿por qué enlazamos días tras días?.

Como vereis, hoy tengo más preguntas que respuestas. Y esque no he parado de repetirme en voz baja camino al metro que eso mismo que estaba haciendo no tenía sentido.

"No tiene sentido"
"No tiene sentido"

Pues bien, debe tenerlo el que estemos pendientes de las horas, de los días, de los meses. Incluso pendientes del año que viene y el que viene y el que viene. Pero otra vez, ¿para qué?. ¿Por qué?.

Hoy me ha dado mucha rabia contradecir a mi voluntad. Se supone que debería sentirme un ser superior, mejor persona, un superhéroe por no haber sucumbido a los encantos de ella, mi voluntad. En cambio me siento como un necio, sucia, barata, vacía, un objeto que gira sobre su mismo eje. El diablo de Tazmania, una peonza. En el mejor de los casos me siento paja flotando en un nihilismo callejero que no me dice nada. Y aquí estoy, en la civilización. Con la cara putrefacta, sin expresión alguna, aporreando el teclado para compartir esta duda tan grande. ¿Es práctico hacer "lo que debes"?, ¿qué es lo que debes?, blablablabla. ¿Por qué no debes hacer "lo que no debes"? Que a saber qué és exáctamente lo que uno debe o no debe hacer.

Mientras tanto la escritura. Mientras tanto la metafísica. Mientras tanto las lecturas vacías. Mientras tanto, aquí me teneis, haciendo lo que debo, más Muerta que viva.


No entiendo nada.

2011-03-03

Sobre escribir

La vida de un escritor es muy dura,
te obligan a escribir cuando estás felíz.

S.R.R.


Hace poco leí en algún lugar remoto de la blogsfera literaria amateur que todo aquel que escribe se oculta tras palabras. Inventa personajes y los situa en lugares hermosos para el disfrute de muchas almas que buscan devorar algo nuevo y real que no les haga daño, que les haga olvidar el día a día. Coincido con esa escritora en la idea de que nos ocultamos tras palabras, personajes que creamos y dotamos de personalidad propia y tras esos paisajes dignos de novela de ciencia-ficción. El lector, probablemente, lea algo de la vida y la personalidad de ese autor a través de sus palabras. Si está lo demasiado cerca de él y cree conocer su vida no tendrá demasiados porblemas para ver reflejadas todas las fobias, frustraciones y momentos amargos de los que el autor se pretende alejar alineando palabras en un folio, una tras otra, una tras otra. Ordenándolas en el espacio para que arrastren fuera de su cuerpo todo tipo de dolor. Los engranajes del corazón a piezas en el tintero.

No os engañeis. Nadie escribe para los demás ni por los demás. Uno siempre escribe para sí mismo, para disfrazar a través de la literatura sus miedos, sus desamores y su soledad. Para pedir auxilio y ser rescatado por algún lector que jamás conocerá su nombre, ni sus sueños. Más si éste utiliza un pseudónimo en lugar de su verdadera identidad. Detrás de cada fábula hay un temor a la vida, a vivir. Detrás de cada poema hay un miedo inconcebible al Amor, a Amar. Detrás de cada héroe hay un ideal que perseguir en vida. Detrás de cada villano, el odio más visceral al culpable de sus pesadillas diarias. Princesas, príncipes, dragones, gheisas, guerreros, panaderos, artistas, incluso escritores. Heróicas personalidades que se resuelven a diario.

Hacer de las palabras un mundo mágico, un mundo más real. Revistas literarias, concursos de relatos, poemas a la Amada, lecturas casi sagradas en algunas escaleras, las bibliocafeterías y las librerías de barrio, todas ellas conforman la sonrisa del trabajo reconocido; pero los escritores, más que los lectores, son habituales de la droga impregnada en la fibra vegetal que decora sus estanterías y escritorios. Un escritor no es sin la escritura, y si no encuentra papel, lo escribirá en la mente a modo de borrador. Los pliegues del cerebro dotados de recovecos donde las patitas de las letras se enganchan, finísimas ellas. Las principales venas y arterias transportan la tinta hasta los capilares de los dedos donde brotan los escritos de los grandes. Y no, no somos parciales a la hora de literarizar algún texto. Todo aquello con lo que nos sintamos identificados se llevará nuestro más preciado reconocimiento, sin embargo todo aquello que nos suene a chino o que nos parezca lejano, será poco menos que menospreciado, y esque no hay nada más bello en esta ciencia tan inexacta como es escribir que saberse comprendido, sonreir y pensar en silencio: Amigo...cuánto te entiendo.


Y esque no hay mayor tortura que escribir cuando uno es felíz y no tiene de qué desprenderse.




2011-03-01

"Decororéame"

Con una mirada altanera se lo dijo todo...

Son muchas las reflexiones que a diario nos hacemos o nos hacen a modo de consejo o a modo de ensayo acerca del Amor o las relaciones interpersonales. Separo ambos términos porque yo los concibo de forma independiente pese a que están vinculados; pero no necesariamente.

Y digo no necesariamente, porque allí donde hay Amor no tiene porqué haber una relación y viceversa. Bien es sabido y bien hemos comprobado nosotros mismos a través de innumerables o escasas experiencias las complicaciones que nos suponen las relaciones entre personas, sean del tipo que sean. El Amor, en cambio, es un poco más autárquico. Se rige por él mismo y no depende de ningún otro tipo de sentimiento. Si pensamos en las relaciones personales esto no es así. Dependemos de un sentimiento, sea cual sea, para poder vincularnos a alguien. Sea familiar, sea amigo, sea conocido, sea compañero de trabajo o clase y sea la pareja. Cada relación es auténtica y además distingue entre personas. No es la misma relación la que mantenemos con nuestro primo que con nuestra madre. A veces nos soprendería la cantidad de combinaciones posibles. Tampoco lo és la que mantenemos con un amigo que con nuestra pareja. Puede ser la primera más intensa que la segunda o todo lo contrario, ser ésta última la que merezca nuestra más preciada devoción.

¿A qué viene todo esto? Ni yo mismo lo sé con exactitud. Puede deberse a que hace escasas horas que he aterrizado físicamente en mi ciudad, -que no mentalmente puesto que todavía me queda situarme-, o puede deberse a que la compañía de un café es más grata que la de cualquier boca muerta. Apenas llevo venticinco horas con aire sureño cuando de pronto me encuentro añorando cosas que recién he dejado atrás. Lo he tenido todo. Casi todo. Hace unas horas podía tocar la luna o enganchar mi cogote de su dedo meñique. Pero no. Somos así de caprichosos. Es ahora cuando encuentro a faltar algunas de las sensaciones más humanas.

Las he visto; pero no las he vivido. Las he clasificado, mientras he dormido. Mi último pensamiento diario era sorprender la manera de vivir intensamente los pequeños placeres en su nombre. Pero no. No los he vivido. ¿Por qué? Por la dignidad y el decoro. Cuando está en peligro la dignidad, uno huye corriendo a salvarla. Cuando está en peligro el decoro...el decoro nunca está en peligro. Se actua bajo su tejado. ¿Cuando está en peligro el Amor? El Amor siempre está en peligro. Y se desvincula estrepitosamente de cualquier relación interpersonal. Así, cuando nos queremos dar cuenta, hemos sentido Amor y no estamos junto a la persona Amada. Estamos junto a la persona -ya no Amada- y ya no sentimos Amor. Claro que hay varias combinaciones más, como creer sentir Amor y no ser así, forzarse uno mismo a creer que siente Amor, creer que el Amor tiene fácil confección y se puede fabricar o sentirlo desgarrante e intentar convencerse uno mismo de que todo irá a mejor. Por algo dicen que el Amor es caprichoso, y no es del todo incierto. Una vez leí en los azucarillos de mi preciado café la siguiente máxima: El Amor tiene fácil la entrada pero difícil la salida. De ahí no cambiaría ni una palabra, con la salvedad de que la A mayúscula en el término Amor corre por mi cuenta, pero no es difícil de intuir si uno lee regularmente algo de la bazofia que aquí vierto acerca del Amor, la Mierda y esas cosas de las que me gusta desvariar semanalmente. La explicación es muy sencilla. Es la de realzar el término por encima de los demás términos. La de exponerlo a otra categoría que, por desgracia, en lingüística no existe. Se queda en sustantivo y punto. Podríamos llamarla algo así como distintivo, a la categoría claro. Dentro del sustantivo estaría la subcategoría del distintivo. A ver qué le parece al señor Prunyonosa mi humilde aportación al mundo de la lingüística.

Lingüística aparte, lo que yo venía a reflexionar aquí en esta pantalla es con qué impunidad desperdiciamos los momentos a diario. Lo diré a través de una metáfora: uno pasa los días aislado de su fuente de calor, del fuego y de la Vida en su pequeña cueva de frías paredes y frías sábanas, cuando por fin emigra hacia esa estrella que le devuelve el riego sanguineo y le calienta el corazón. De pronto, nada. De pronto, hielo. De pronto el inerte averno por fuera y por dentro. Nuestro Palacio de Hielo.

¿Recuerdas nuestro Palacio de Hielo? Nunca vivimos allí. Lo destrozamos a base de ir acercando nuestros dedos de las manos. Se lo tragó tu mar. Soy testigo de días libres de nubes, días libres de caparazón. Al ritmo de clin-clin. Derrumbamiento polar. Ahora soy testigo de días de un Azuloscurocasinegro en este nuestro paraje de hielo.

Cuán cerca hemos estado de rozar el cielo de nuevo. Insisto, el decoro. El decoro y la madrequemeparió. El buen hacer y las buenas costumbres. El mal uso de Amor. El apagayvámonos de aquí, que llueve. El ojoporojo. El ahítequedas-ahíteden.

Por si acaso, me quedo mi Amor.

Por si acaso.

Por eso del decoro y tal...

2011-01-23

Identificaciones.

Cuando nos sentimos identificados con un personaje, sea real o ficticio, corremos a adherirnos a él precipitándonos instintivamente como si fuesemos a caer en sus brazos; pues nos sentimos aliviados de creer que queda repartido el peso de ser nosotros mismos.

2011-01-14

De la Destrucción, parte II.

La Verdad, esa gran Mentira.

2010-11-03

Novembre

Es Noviembre.

Ese caballero oscuro que siempre me infunde el mismo sentimiento de melancolía; pero es demasiado pronto. Y sí, sí. Me has obligado a volver a escribir. Tú, sí tú. El mismo sentimiento, diferente persona. Cada día puede ser un Ente entre las brumas de este Marrón enfermizo. Los ojos acallados, la boca entreabierta. Dejo que este Noviembre sangriento se apodere de mi poca paciencia.

No odio a Noviembre. No es eso. Pero tengo una relación complicada con él desde que lo conozco. Hace ya varios Noviembres de esto. Una fuerza superior, poderosa y celosa sería desde entonces engendrada desde las entrañas de este mes que ni pertenece al Invierno, ni pertenece al Otoño tal y como yo lo concibo. Que no pertenece a nada y por eso te planta un puñetazo en el pecho, como si tuviera todo el derecho del mundo. Así, entre vinos, humo ajeno y manillas de un reloj estresado, puedo apretar fuerte la madera de esa mesa donde las conversaciones trascendentales son absorbidas por las entrejuntillas barnizadas y los surcos de la madera mal tallada.

Me has obligado a escribir largo, tendido y surrealista. Así, como soy yo. Me has arrancado palabras sucias de dentro. Tú lo has querido. Palabras viejas que hacía tiempo que no leía en mi misma. Me has obligado al frío de la tarde, a estar en medio del flujo de aire que contamina mis pulmones. A pisar las baldosas de esta acera fuertemente para que te llegue la vibración de mi enfado monumental.

Hoy quiero dormir de pie. Quiero dormir sola.