En realidad, nadie tiene la culpa de que se me estén atragantando las Navidades día tras día. La empecé haciendo exámenes y la acabaré haciendo exámenes; pero no es exactamente eso lo que me lleva a estas lineas.
Nadie tiene la culpa de que, en un principio intentara amoldarme a esta Navidad del 2011 con más o menos buena cara. Intento resaltar aquello positivo como el trabajo remunerado y el dinero que genera de más o el tiempo libre que podré dedicarle a mi fiera. Todo eso genera un estado de vacuidad imposible de contentar/satisfacer y entender.
Nadie tiene la culpa y sí, de que todo esté así. Y "así" no sé muy bien como es, pero hoy no me siento con más ganas de conversación. Ni contigo ni con nadie. Nadie tiene la culpa y sí, de que me apetezca sentirme y estar solo. No quiero ver caras. No quiero tener contacto. Simplemente quiero estar solo. Hoy me he dado con la pared un par de veces. Ayer también. Y como no entiendo nada de lo que está pasando, prefiero cerrar los ojos y descansar mi cuerpo.
Nadie tiene la culpa de que, en parte, sienta una repulsión a mi mismo por ceder y volver a llamar. No, no entiendo nada. Pero se está tan bien en la cama...
No tengo ganas.
No me apetece.
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