2011-01-05

De la Destrucción, parte I

La vida no es complicada, nos la complicamos nosotros mismos.

¿Cuántas veces habré oido eso? ¿Y tú?
¿Cuántas veces habrás oido tú eso?

Y aún así no ha sido suficiente para evitar la catástrofe, el caos.

Te estaba esperando. Me había puesto mis mejores galas de invierno. Una copa de whisky en el estómago y otra en la mano con la que hace tiempo te habría acariciado. Contuve la respiración por no oir la angustia que latía en mi. La contuve por no hacerte saber que seguía viviendo.

Te estaba esperando. Me había aprendido 'La Destrucción o el Amor' de memoria, de aquél mi amigo Aleixandre para poder encajar algo de aquellos versos que fueron Verdades en ti y en mi. Algo de verdad y algo de destrucción. Nada de mentira o nada de Amor.

Así lo querías y así lo obtuviste. Que los meses se disfracen de Noviembre viene siendo una práctica de lo más ancestral. Ya no engañan con los cambios estacionales sino que Noviembre que una vez se sintió sólo, está pagando su soledad con la tuya y con la mia.

Y puede que hace meses no estuviera tan equivocada. Que el caos provoca caos y que el orden y la Verdad son hipótesis de una ciencia incierta como es Amar. Y tú nunca has sido Amar ni Amor. Ni yo, fíjate. He perdido el Este, que no el Norte.

Da igual, no lo entiendes. No lo entiendes.




[Green became Red.

Red became Viole(n)t.]

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