2011-12-28

Angoixa

Insisto. Debe de ser un Noviembre tardío porque sinceramente, el Noviembre pasado fue demasiado normal.

Y aquí estoy yo. Sin comerlo ni beberlo he de aceptar una situación que no me vino advertida; pero que se ha apoderado del aire que respiro sin piedad. Aquí estoy yo, respirando azufre y quemándome los ojos. Pero me crea la más absoluta indiferencia cuando hace un frío que pela y solo me preocupa el bienestar de mi corazón como órgano no-reproductivo. No me deja espacio ni tiempo a ver cómo me siento o como me he de sentir; pero tampoco me preocupa. He estado en esta situación antes y por suerte, no es tan desagradable como otras pasadas.

Qué triste cuando uno saca conclusiones erróneas simplemente porque está condicionado no-se-sabe-muy-bien-por-qué, por esos fantasmas a los que ha dado terreno sin darse cuenta. O siendo totalmente consciente.

Pensé que estaría todo genial así, y por eso creo que sigo viviendo en mi fantasía particular de creer, que sigue estando "todo-genial-así". Y sí, esto señores, va perdiendo su calidad literaria día tras día a pasos de gigante. Así como toda estructura emocional. Todo a pasos de gigante. Pero tampoco me importa demasiado, sorprendentemente.

Pero no basta con hacer las cosas bien. Con sentir las cosas bien. Todos, a estas alturas del cuento, ya lo sabemos por desgracia. ¡Qué triste es! ¡qué triste puede llegar a ser!.

El frío nos ha penetrado y no se ha salvado ni el prícipe azul, ni la princesa cursi. Ni Romeo ni Julieta. Ni existen resquicios del Amor ni de la Amada. Ni de nada. Cualquier forma de amor. O el mismo Amor...es totalmente predecible.

La insuficiencia del dinero. De la mentira del dinero para poder Amarte. Yo no valgo eso, ni lo otro.

Tampoco encuentro, muy a mi pesar, la buena tertulia con nadie. Siento que reflexiono con la pared una serie de mierdas marrones que caen a goterones sobre mi cara mientras duermo.

Muy felíz navidad la de los regalos y la de los besos. Este año no ha habido regalos, no ha habido besos. No hay habido Navidad, ¡y aún quieren oir poemas de mis labios!.

Lo tengo bastante claro. Lo tengo bastante frío. Lo tengo bastante atadito y lo tengo bastante ordenado. Me pillará esta vez bien vestido. No, no voy a regalarme. No entiendo nada.

No te puedo entender. Solo entiendo la respuesta de mi cuerpo. La angustia al levantarme, la imposibilidad de relajarme. La intención de vivir al margen, pero toda invocación tuya me provoca la máxima angustia y me recuerda a tiempos pasados. Sin comerlo ni beberlo. No me encuentro. No tengo ganas de llorar, me parece falso. No tengo ganas de ponerme de rodillas ni de pedir una explicación. No tengo ganas, no me apetece. Estoy tan cansado como tú, solo que de conceptos distintos.

In the meanwhile, some bonnie lass coming from the Highlands will sing those songs to my heart, so I won't feel it that sharp.



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