2010-11-21

Defectuoso

Tenía el corazón resquebrajándose a causa del cortante. Tenía el endocardio encharcándose de sangre, una disfunción severa. Su diástole sufría de nerviosismo crónico. Yacían restos de escarcha proviniente de sus fibras de Purkinje y quizá era dueña de un miocardio que padecía de claustrofóbia. Su caja torácica disponía de una cavidad modesta. Imposible para la explosión. Su corazón se contraía por momentos pero nunca se distensaba. Un manto hiriente lo cubría de un helor tal que podía escuchar el cuajo y ese látigazo punzante con tan sólo apoyar mi mano sobre su pecho desnudo. El crujido de un cardiograma atemporal. El rojo helado. El rojo hielo. La gangrena llegaba de la boca de un suspiro chirriante que lo convertía en una preciosa corteza de metal. Así, se despojaba ella de ese quiste, tumor que la incapacitaba para Amar.


Defectuoso.

La Chica de las Burbujas II

Le Odio. Odio a Dimitri aunque no le conozco personalmente. Aunque no le conozco personalmente, es el tipo de personaje que te crea la náusea de la nada cuando piensas en él. Un tipo irritante. Un tipo que a la mínima de cambio roba en tu cara, con la impotencia de valorar mi vida por encima de todo. Eso, y los pocos huevos que le quiero echar cuando de proteger mi no-negocio se trata, hacen que sea imposible detener el hurto a plena luz del día.

¿Qué tendrá que ver con la Chica de las Burbujas? Tiene; por desgracia. La tiene amenazada si entra a la tienda a chivarse de que ha venido nuestro amigo Dimitri a 'comprar'. No se llama Dimitri, pero así lo apoda una compañera de la tienda para poder diferenciarlo de los demás.

Hoy ha vuelto la Chica de las Burbujas. Compartía escaso perímetro de la puerta con una Rumana que si bien parece inofensiva, también ha reclamado su espacio para eso de las 16h. Me la tienen acobardada, bueno no, ella no se acobarda con nada, demasiado valiente me parece. Algún día le partírán la cara. No seré yo. No seré yo porque hoy me ha confesado que está limpia desde aquel domingo. Desde La Chica de las Burbujas I. Desde hace dos semanas. Cumplió lo de mudarse de piso; pero la casera les ha aunmentado el alquiler. Un inciso: cada uno es bien libre de poseer cuantos bienes quiera y luego sisar con ellos; pero si eres uno de esos que van especulando con los alquileres, eres un hijo de puta. Bien, como iba diciendo, su casera les ha subido el alquiler, probablemente para que se gaste su poco dinero en ella y no en la heroina. Quiero pensar que es una buena mujer, quiero pensarlo, de veras.

Pero como las desgracias no vienen solas, se irá a Murcia a vivir. Su compañera que tan amablemente la acogió -antes de saber que les iban a subir el alquiler- se muda. Se marcha y se va. Porque no-sé-qué-rollos de Murcia. Total, que calculo dos semanas o tres antes de perderla de vista y eso me entristece. Estábamos empezado a estrechar la relación, que bueno, que a mi me hacía mucha ilusión. Ahora sólo veré entonces a la Rumana, a la Gitana de la bombona de butano del barrio de toda la vida, a el del perro blanco y/o pelo naranja y...y a nadie más. Dimitri no pide, ni compra, ni hace pompas de jabón gigantes, ni tiene perro. Él sólo roba. Y se le da bien, a ver quién tiene cojones de decirle algo. Yo no. Yo sólo cobro, no tengo el físico necesario para ser Seguridad.

Me ha sorprendido. Le he preguntado que a qué se dedicaba en la República Checa antes de venir aquí, y me ha contestado que trabajaba como yo, en una tienda, pero a tiempo total y su tienda era más grande. Una especie de grandes almacenes de la comida allá en su país. Increible. ¿Acaso no hay demasiadas coincidencias? Esa chica es genial.

Me ha hablado también de que su perra probablemente esté embarazada, pero que espera que sea psicológico. Y se porta muy bien cuando le doy un par de latas de comida con un preparado especial. La Chica de las Burbujas le habla en checo y yo me quedo boquiabierta mirándolas a ambas. Suena bastante dulce, al menos las órdenes a su perro. '!Qué inteligente! ¿Tu perro entiende el checo?'. Obviamente.

Un perro Checo, una chica Checa y una vida nueva. Para mi, era importante.

2010-11-15

Ars Amandi

Hay poca gente en el mundo que entienda el caos; pero me consuela saber que la hay, sólo eso, saberme entendida por otros de mi especie que presumen de una moral digna. ¿No es acaso digna aquella que quiere evitar el sufrimiento pero que al final una fuerza desconocida la empuja a obrar inadecuadamente? Querer obrar bien y acabar bajo tierra. Tú primero, tu corazón después. Porque antes metes la cabeza y se te olvida ese pequeño órgano que tantos dis-gustos te trae.

He tenido todo el fin de semana por delante para organizar un poco las ideas y escribir algo decente acerca de ese sentimiento que más bien me produce angustia. Sin suerte, pues si tuviera que describirlo regida por los sentimientos que últimamente me secuestran la mente, haría una disertación de lo más Aleixandriana con eso de 'Amor igual a destrucción'. Igual no; la haría sin niguna duda. Y esque cada vez estoy más convencida de que eso del Amor es un invento barato para hacernos más llevadera la existencia, pero que de ningún modo sacia ese temor a la vida, al caos dentro del ¿orden?, al orden dentro del caos. Ni lo sacia ni lo saciará. Cuanto más cerca estás del Amor -amigo no te confundas- más cerca estás de tu propia destrucción.

No te han dicho que iba a doler cuando te otorgaron la capacidad de Amar. No te lo dijeron porque, de haberte advertido, ¿qué voluntad tendrías para con el Amor?. ¿Acaso hay algo más hiriente y desgarrador que ir sintiendo cómo el filo de la espada ahonda en una llaga que se abrió apenas nacer en tu órgano vital? Esto va de grietas sangrantes. Grietas que sangran en la boca de alguien que sostiene con fuerza tu víscera vital entre sus caninos. Grietas bifurcadas en la mandíbula de alguien con hambre y sed de Amor, grietas que deshacen los tejidos de tus entrañas en un eterno crujir de angustia.

Y es igual de inevitable. Mierda.

2010-11-10

Blanco y negro.

Las teclas del piano se iban confundiendo entre sus dedos. Se iban confundiendo y no sabía muy bien si la melodía era inventada o provenía de la habitación de al lado. Era de una delicadeza exquisita, respetaba cada crescendo y atinaba en el arte del impulso exacto. Estaba sola en la sala. Disfrutaba del contacto ligero de sus yemas contra el frío de aquel instrumento. De su melodía surgian vivas palabras y su instrumento lucía el blanco más puro. Cerró los ojos y se dejó acariciar esa noche por su propia composición. No sabía solfeo, más lo recordó como si de un sueño se tratase. Otra vida. Recorrió cada una de las teclas. Se les atribuia el pecado de construir melodias que trepaban el inconsciente dejando consigo pimienta que a su vez, enmarañaban toda síntesis de pensamiento. La laxitud de sus membranas golpeaban esta vez fuerte dejándola exausta, abúlica. Era de una calidad inmejorable. La porosidad del espacio envolvente acariciaba su nuca y ella se dejó amar por su propia creación. Entreabria los párpados en el frío de la noche y de sus pestañas caía nieve sólida. Ferviente nieve que la despojaba de su impasible corazón. La Obra era el resultado del contoneo suave de sus yemas con el entorno, a ciegas. Deleitase a conciencia, pues jamás nadie la hizo sentir como aquella noche. Sola; y a ciegas.

2010-11-09

Mater, Fac ut tecum lugeam.

Se de gente que colgaría su piel en el perchero de la entrada de su casa.



Volvería al útero materno. Al vientre de mi madre, carne engendradora. Al latir de su corazón. A la inocencia y la ignorancia de todo sufrimiento. Volvería a agarrarme fuerte a sus entrañas,a tirar de ella, con los ojos sin abrir, con la sonrisa húmeda, con los labios vírgenes. Sin signo maduro, sin síntomas de estar existiendo. Pero existiría. Flotando en mi placenta. Plácida placenta. Paz. No quiero escuchar qué hay fuera porque no está al alcance de mis sentidos. No puedo escuchar qué hay fuera. Tan lleno de vida. Fruto. No puedo sino flotar en la atemporalidad. Donde mamá me protege. Mamá me ama profundamente sin ningún tipo de malicia. Me protege con la palma de su mano y me guarda como a un tesoro. Mi madre mataría si alguien corrompe el ser que lleva dentro. Mi madre daría su vida por mi vida. Porque no puedo soportar la úlcera en el corazón. No puedo soportar el ácido corrosivo que desprenden los Seres Humanos. No quiero contaminar mis ojos. Mi llanto yace y vive en la matriz materna. Guárdame de las injurias de la raza humana. Me encuenro mal y hace frío. No me dejes aquí.

Mamá, quiero volver a tu útero.

Quiero volver contigo.

2010-11-07

La chica de las burbujas.

Te vas a mojar. Eso pensé nada más verla en la puerta de mi trabajo.

Ella es La Chica de las Burbujas, no sabría cómo presentarosla. Es una chica de estética hippie que siempre me había llamado la atención, pues ella era una imagen radicalmente distinta a la filosofía de mi trabajo capitalista y consumista. Ella estaba ahí para amenizar mis mañanas cuando me sonreía sin pedir nada a cambio.

Lucha por tener un lugar más digno. No me gusta verla a través de los cristales, aunque ella siempre tenga una sonrisa. No me gusta porque se que podría estar en cualquier otra parte. Lejos de los demás mendigos. Ella no es mendigo; no mendiga. Sonrie. Lo tengo muy claro.

No recuerdo firmemente qué día llegó a la puerta, ni qué día exacto se cortó las rastas que formaban una graciosa cabellera enmarañada. También traía a su perro. Un mestizo de cualquier cosa con hocico. Una bolita peluda, pues lo conocí de más chiquitín.

Ella podría romper paredes. Quizá una pared le pudiera romper a ella. Pero la creo fuerte. Es el momento de colocar las cestas bajo la linea de cajas cuando puedo ver si está o no está.
Nunca compra cerveza. Nunca compra vino como los demás. Tiene una cara preciosa y siempre me he preguntado qué hacía allí.

El domingo pasado compré comida para su perro. Me ofrecí amablemente a comprarle algo a ella, sin titubeos me respondió que ya tenía algo que comer. Insití. No resultó. Intento mirarla sin compasión, que vea que no me da pena. Que sólo me identifico con ella.

Esto habría que explicarlo un poco más detalladamente. Ella sería mi Yo salvaje, natural. Mi Yo incontrolado por la sociedad. Ese Yo tan deseado por mi Yo Animal. Yo tengo un Yo Animal que a veces hace de las suyas aunque procuro acortarle la correa y tirar bien fuerte de él. Sería el 'Ello' en el campo de la psicología. Ella es Yo. Es Yo teniendo en cuenta mi Yo anhelado. Las rastas, la libertad, el no seguir la norma, ese sueño quinceañero paseado por los estrechos callejones del Barrio del Carmen. Ese Yo despreocupado y casi imposible. Un Ideal.

Bien, pues ella encarna ese ideal. Es mi Alter Ego y lo puedo ver en sus ojos cuando nos cruzamos a las 11 de la mañana. Esa sonrisa es sólo para mi y le pongo cara de circustancia. Yo estoy ahí porque es mi obligación y elección trabajar a tiempo parcial. Pero ella intuye, sabe...que lanzaría el uniforme al río y me sentaría a su lado tan sólo a reir. Yo soy su Ella responsable, uniformada.

Tenemos la faz bastante parecida. Clara. Juvenil y llena de ganas de vivir. Hoy hemos hablado por primera vez. Me ha preguntado nada más salir: ¿qué tal el trabajo?, ¿ya has acabado la jornada? . Se agradece muchísimo una pregunta así viniendo de alguien así. Hemos entablado una corta pero intensa conversación acerca de casas okupas, drogas, perros, padres, agua, luz, gas, uniformes, la República Checa y València. Podríamos haber hablado de otros temas, pero eso es casi siempre aleatorio. No había nada preparado. Me ha hablado y ...

Me ha confesado que hace poco probó la heroina. Ha cambiado mi cara radicalmente. La sonrisa se ha vuelto turbia, emborronada por esa triste y asquerosa noticia. Mierda.
Asquerosa y marrón. Marrón como esa puta sustancia. Le he dicho que le voy a partir la cara, aunque no le conozco. Que si no se la parten, se la partiré yo. No puede estropearse esa juventud tan viváz. Irradia luz, irradia esperanza y tiene un brillo distinto. ¿Por qué te haces eso? Quiere dejarlo. No quiere eso y veía pena en sus ojos. Ella se quiere. Espero que se quiera, porque no la conozco. No la conozco y quiero que se quiera.

Le he hecho saber mi máxima repulsión acerca de ese tema. Le he hecho un par de confesiones yo también. Entre ellas, que he dejado de fumar y que intento llevar una vida sana. Sólo quiero que si ella también siente eso, siente que somos una sola persona...no se meta mañana. Nunca más. Otra de mis confesiones es que llevé toda la cabeza a rastas, como ella antes de raparse. Me ha contestado que lo pensó nada más verme. Pensó que llevé rastas. Mi sonrisa era máxima.

Mi sonrisa será máxima cuando la vuelva a encontrar completamente limpia y radiante, así como ella es.

Cuidate estés donde estés, Chica de las Burbujas.

Te vas a mojar.

2010-11-04

The Letter

This morning I found a piece of paper that contained a letter. I do not know whether it is adressed or not to someone but I decided to keep it with me. I read it. Anger covered all of his/her body I guess.


'I'm losing control. I'm falling over the edge. (You can notice through the not yet written texts.).
You're fucking my mind. You're fucking all the poetry in me. What the hell do you expect? And I? What (scottish pronuncitation with some kind of emphasis /xo:t/) the hell do I expect from all this shit? Because I forgot to tell you: I-have-no-time-to-play. I just need WARM. I need a hug. Would you mind hugging me or do I have to follow this stupid game 'till the day you consider? You made me start (my) the blog again. You made me start myself writing this shit sheet with your on going madness. Mad. Mad for you. Mad for her, for you. For me. For her. Her. Her. Her. And let me tell you one thing "And the SEX, and the drugs, and the complications." I'm not playing your game anymore. Not playing your game. Damn!'


This is how the letter ends. What's inside brackets was crossed out and what's written below these lines, was totally disorganized.


['I wasn't playing. I never meant to play with you.
By the way, I'd hate November unless it gave me a good song or a poem.
I hate 4ths too.
You're making me mad. Not so like me.
Disappointed?
1780-1830 Romantic Period.']


Some student may lost this letter this morning on the second floor. I hope he/she's in a better mood.




2010-11-03

Novembre

Es Noviembre.

Ese caballero oscuro que siempre me infunde el mismo sentimiento de melancolía; pero es demasiado pronto. Y sí, sí. Me has obligado a volver a escribir. Tú, sí tú. El mismo sentimiento, diferente persona. Cada día puede ser un Ente entre las brumas de este Marrón enfermizo. Los ojos acallados, la boca entreabierta. Dejo que este Noviembre sangriento se apodere de mi poca paciencia.

No odio a Noviembre. No es eso. Pero tengo una relación complicada con él desde que lo conozco. Hace ya varios Noviembres de esto. Una fuerza superior, poderosa y celosa sería desde entonces engendrada desde las entrañas de este mes que ni pertenece al Invierno, ni pertenece al Otoño tal y como yo lo concibo. Que no pertenece a nada y por eso te planta un puñetazo en el pecho, como si tuviera todo el derecho del mundo. Así, entre vinos, humo ajeno y manillas de un reloj estresado, puedo apretar fuerte la madera de esa mesa donde las conversaciones trascendentales son absorbidas por las entrejuntillas barnizadas y los surcos de la madera mal tallada.

Me has obligado a escribir largo, tendido y surrealista. Así, como soy yo. Me has arrancado palabras sucias de dentro. Tú lo has querido. Palabras viejas que hacía tiempo que no leía en mi misma. Me has obligado al frío de la tarde, a estar en medio del flujo de aire que contamina mis pulmones. A pisar las baldosas de esta acera fuertemente para que te llegue la vibración de mi enfado monumental.

Hoy quiero dormir de pie. Quiero dormir sola.