2013-01-11

Alex


Hola, mi nombre es Alex:


estoy un poquito loco, simplemente porque soy un chico que se está buscando a sí mismo desde el principio de los días. Mucha gente me ha ayudado y mucha gente me ha desayudado, y no me refiero con estos últimos episodios más clarificantes, sino con los previos, con toda mi vida. Estos episodios de ayuda profesional me los he buscado yo solito, por mi y para mi. Porque si quiero tener el tronco de un tío de mi edad, tengo que esforzarme por ello; porque si quiero vestir la ropa que siempre he deseado, tengo que luchar por ello. Y no, no me malinterpretes, la ropa siempre fue ropa, pero en mi quedará mejor con la percha con la que yo me sienta seguro y no con el cuerpo que poseo ahora; porque si quiero ser fuerte como los demás, me lo tengo que ganar yo y entrenar muy duro y comer sano. ¿Son contras? ¿son pros? Es mi vida, ni más ni menos.

Ayer tuve la segunda visita con Jorge, que es el chico que me acompaña psicológicamente de forma profesional. Le agradezco montones que simplemente me escuche, ya es más de lo que ha podido hacer mucha gente. Y no culpo a la gente, no siempre me he manifestado abierto y verdadero porque creo que mucha gente no estaba preparada para oírme y quizá me podrían haber perjudicado más. La visita con él fue genial, esta vez no lloré, me lo prometí a mi mismo. Estuvimos charlando y me dio la enhorabuena por mi discurso bien formado, por mi capacidad introspectiva de nuevo y por la entereza. Dice que estoy avanzando en el buen camino, mi camino, puesto que me he re-presentado como chico ante mi tía, mi prima, muchos amigos y mi entrenador.

Decidí contárselo a mi tía y a mi prima porque considero necesario tener un apoyo psicológico en el ámbito familiar, ya que el camino es muy duro y me apetecía tener un referente de otra generación y una visión cercana a la de mis padres para ver cómo se entendía la situación. Yo muchas veces la entiendo muy bien: siempre me he comportado de cierta manera peculiar a mi sexo y nunca me han dejado expresarme libremente del todo como lo habría hecho siempre de manera natural, no tiene mucho más, aunque se que desde fuera se ve diferente, porque he estado fuera y dentro de mi muchas veces interpretando muchos papeles de muchas clases. Mi tía y mi prima son dos amores, lo han entendido y se que tengo a mi prima para resolver las dudas de su madre en tal caso, que está genialmente informada y además me quiere con locura, así que me alegro un montón por esa parte, se que estoy a buen recaudo.

Decidí probar y contarle a mi entrenador esta semana, concretamente el lunes por la mañana ya que según él, le estaba prejuzgando y no dándole la oportunidad de quizá demostrarme que no es tan carca ni está tan anticuado. En el fondo nunca sabré cómo se lo ha tomado ni si le chocó, pero él decía que ya me notaba triste, que no me pasaba por los entrenos y que se alegraba que contara con él. El resultado ha sido llamarme Alex desde el primerísimo momento, tratarme en masculino, quererme si cabe más y empezar a ponerme fuerte como uno más con ejercicios específicos para un cuerpo masculino bonito. Es lo que siempre he querido, ese trato en mi, pero no con un cuerpo femenino o haciéndome llamar por mi nombre de nacimiento, sino como Alex, como el tío que siempre fui y nadie vió.

Pues te diré: Alex es un tío tímido, no te voy a mentir. A veces sale, a veces no. No en todas  las reuniones se hace notar y se esconde tras una máscara de gracias, chistes y sonrisas que delatan su falta de testosterona. Odia que le confundan con una mujer por sus rasgos femeninos, simplemente es un hombre sensible, educado, respetuoso con las mujeres, empático con ellas y especial. Es una especie de Ken pero sin mariconadas.

Alex es un tío que se busca a sí mismo, que responde a su nombre y que anda un poco desorientado en la vida, ya que le tocó nacer demasiado tarde. ¿Le vas a dar una oportunidad? ¿se la voy a dar yo? Pienso que merece vivir una vida mejor, al igual que yo, que soy él.

Se que puede parecer un escándalo, lo ha sido y quizá lo continua siendo hasta para mi. Que puede ser una osadía o una falta de respeto o incluso un insulto para la familia. Yo no siento que yo merezca ser un insulto para nadie y considero que lo que me hicieron en la infancia, niños y familiares, con sus insultos, vejaciones y vergüenzas, sí fue un insulto hacía Alex, un niño infelíz. Yo no elegí ser así, ni nacer así, ni desarrollarme así. Yo nací y simplemente soy quien soy, guste o no. Yo, estoy aprendiendo el ejercicio de quererme y aceptarme, que no es poco. Nunca pensé que me trajera hasta aquí concretamente, pero todo el mundo que me conociera bien, incluso yo con mis negativas, sabíamos que quizá acabaríamos aquí. No importa, está bien. Se que solo tengo una vida, igual que tú. Sabemos que solo está ésta y que moriremos. No sería justo, para Alex ni para nadie no haber intentado ser el ser más felíz posible ni la mejor versión de sí mismo posible antes de morir. No sería justo porque todo el mundo tiene ese derecho inherente al nacer, o al menos debería ser así. Aquí se plantea la cuestión de si, seguir hacía delante por mi mismo y por luchar por mi, ya que nadie va a hacerlo, o sí retroceder habiendo indagado tan hondo en mi que aterra y haber descubierto el halo de luz sobre quién verdaderamente soy. El nombre...es una mera elección, un capricho. O lo eligen los padres o lo elijo yo, yo nunca elegí ese nombre de mujer. Pero mi persona no es una elección de nadie, ni siquiera mía cuando digo, siento y reivindico que siempre me he sentido hombre, niño, chico, masculino dentro de mi y que algo está yendo muy mal cuando cada vez me alejaba más de mí mismo y más intentaba interiorizar la mujer que me han hecho creer que soy.

Tú, puedes entenderme, comprenderme, aceptarme y respetarme como soy o no. Yo, yo no tengo más elección que luchar por mi y por solucionar la batalla sangrienta que se libra en mi interior desde hace más de 14 años. No puedo destrozar mi cuerpo y hacer daño a mi persona solo porque no va a ser del gusto de la demás gente.

Yo ya dije "basta" hace tiempo, cuando no podía más. Cuando la ansiedad era la emoción del día, cuando me impedía caminar tranquilo por la calle, cuando me impedía quererme a mi mismo porque siempre quería ser otro alguien, otro alguien. O cualquier chico que veía por la calle o cualquier mujer que se sentía bien consigo misma. Esa ha sido mi lucha toda la vida. Toda la vida.

Me miro al espejo, hablo conmigo mismo y me consuelo. Todo va a salir bien, todo; porque yo voy a estar ahí contigo Alex. Yo voy a cuidar de ti y a asegurarme que tendrás el cuerpo que siempre quisiste y que te querrán y te querrás como siempre imaginaste. Yo, tu corazón, voy a encargarme de seguir latiendo un día más para que puedas cumplir tu sueño, para que puedas convertirte en el hombre que siempre fuiste y dejes de ser un niño. Yo te voy a dar la fuerza que necesitan tus brazos para que te levantes un día más del suelo y que nunca, nunca, olvides esa sonrisa que enamoró a tantas chicas y a tanta gente y que tanto te caracteriza.

Tú, tú haz el favor de no rendirte Alex. No dejes que los demás te llamen por lo que no eres y lucha por reivindicar tu persona visiblemente, no te a vergüences de ti.

Respira, todo-va-a-ir-bien. Lo juro.

Te quiero Alex.

FDO: Tu "yo" interior.


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